Disfunciones de la articulación temporomandibular (ATM): Abordajes Terapéuticos
Las disfunciones de la articulación temporomandibular afectan a cerca del 25% de la población mundial, pero su etiología y progresión siguen siendo mal comprendidas.
Estas disfunciones pertenecen a la clase de condiciones musculoesqueléticas degenerativas asociadas a deformidades morfológicas y funcionales. Hasta en el 70% de los casos, son acompañados por una alteración del posicionamiento del disco y a menudo se asocian con cambios posturales.
Debido a la naturaleza compleja y única de cada caso de disfunción de la articulación temporomandibular, el diagnóstico requiere un análisis específico del paciente, acompañado de varias modalidades de diagnóstico.
Del mismo modo, el tratamiento requiere planes personalizados para abordar las características específicas de la disfunción de cada paciente. En el ambiente mecánicamente exigente y bioquímicamente activo de la articulación temporomandibular, enfoques terapéuticos capaces de restaurar la funcionalidad articular mientras responden a los cambios en la articulación se han convertido en una necesidad, entre los enfoques no invasivos se destaca la Fisioterapia y el enfoque farmacológico.
El enfoque de la Fisioterapia de las disfunciones de la ATM puede incluir medios electrofísicos, técnicas manuales y ejercicio, así como la educación para cambios de comportamiento, concienciación de la postura, entre otras alternativas terapéuticas.
Entre las modalidades electrofísicas utilizadas podemos destacar la estimulación eléctrica transcutánea (TENS), el ultrasonido y el láser; esto para reducir la inflamación, aumentar el flujo sanguíneo local y promover la relajación muscular.
La terapia manual y el ejercicio están diseñados para aumentar la movilidad, reducir el dolor y fortalecer los músculos masticatorios cervicales y dorsales. Además, estas técnicas tienen potencial para reeducar y rehabilitar las sinergias musculares y la postura. Pero cuidado porque los planes de tratamiento de la fisioterapia, deben ser específicos para cada paciente y pueden implicar una combinación de modalidades.
También existen algunas formas de intervención mínimamente invasivas. Entre ellas cabe destacar la respuesta dada por la tecnología y el avance de la ciencia: la ingeniería tisular, que ha aportado un potencial significativo en el desarrollo de tejidos de reparación y sustitución.